En
Venezuela, un niño, cansado
y faminto, regresa
de la escuela a su casa y le pregunta a su mamá:
—
Mamá,
que hay de comer?
—
Nada, mi
hijo.
El
niño mira hacia el papagayo que tienen, y pregunta:
—
Mamá,
por qué no papagayo con arroz?
—
No hay arroz, mi
hijo.
—
Y papagayo al horno?
—
No hay gas,
mi hijo.
—
Y papagayo
en la parrilla eléctrica?
—
No hay electricidad,
mi hijo.
—
Y papagayo
frito?
—
No hay aceite,
mi hijo.
Contentísimo, el
papagayo venezuelayo
gritó:
—
Viva la Republica
Bolivariana! Yo
estoy salvo! Viva, viva, viva!
Viva el Presidente de la Republica Bolivariana de Venezuela –
Señor Hugo Rafael Chávez
Frías! Viva
el Señor
Presidente! Currupaco, paco, paco!